Me fumaste y escondiste las cenizas en tu arrogancia, buscando mis huellas donde solo hay una incógnita. Cada tanto vigilas pero te pasas de órbita, me perdiste, ojala que algún día hable tu consciencia.
Y si no habla, estariamos empezando de nuevo.
No es que no quiera vivirte como antes, es que el antes ya no existe, solo hay un presente que nos pega y aleja cada vez mas. ¿Algo triste?
No sufro porque seas una mujer diferente, siempre fuiste la misma, sin fuerzas para cambiar, escondiendote una y otra vez.